20 d’oct. 2010

Miércoles 13/10/10

Soria-Calatayud-Badalona
Ya por la mañana del último día del viaje. Nos disponíamos a desayunar con Ricky, de una forma apresurada ya que habíamos dejado el coche en zona azul y debíamos sacarlo antes de las 9:00. Vimos que él no estaba por la labor de prepararnos unos cafés (se calentó agua para hacerse un té, pero ninguno de nosotros quería agua sucia), entonces nos fuimos con el coche y decidimos parar más adelante a desayunar como señores. El destino fue Calatayud (y porqué no?) Otro pueblo de mochuelos, que le deben dar bien al chorizo porque casi todos estaban bien hermosos. Allí desayunamos unos bocadillos y unos cafés con extra de cafeína, porque estaban cargados como para despertar a un muerto. No nos quisimos demorar mucho porque visto que nos quedaban pocos km nos planteamos hacer el resto de una tacada. Y así fue. Llegamos a la tarde del miércoles a Badalona, con 1.700 km a nuestras espaldas, muchas anécdotas, con el buen sabor de boca del couchsurfing (y no precisamente gracias a ti, Héléne) y de las cosas más importantes que puedo remarcar: el coche aguanta lo que sea. Espero que no os hayáis aburrido al leerlo, porque no os he obligado a tragaros todo el texto. Si no os gustaba haberlo dejado a medias y prou. Solo quería compartir la experiencia del viaje y advertir sobre la buena idea del couchsurfing, sobretodo para conocer lugares, personas, culturas, idiomas, etc… En los países del primer mundo lo utilizan bastante y nosotros empezamos a valorarlo. Que se convierta en una práctica habitual favorecerá a los amantes de los viajes económicos y que están dispuestos a conocer más allá de lo típico que sale en las guías para guiris. Hay gente que tiene buenas ideas y ésta es una de ellas.