17 de set. 2012

Vacaciones 3/9/12 Día 3


Continúa el relato...

Las vacaciones llegan a su fin. Todo fue muy rápido y no me extenderé en detalles. Nada más levantarnos, recogemos la habitación, nos duchamos y a desayunar. Nos volvemos a poner las botas. Guardamos las cosas en el coche, pasamos a ver si aún tenían las fotos del búho de ayer (que por suerte las tenían, ya que cada 24 horas las destruyen, y ya estaban en el montón de eliminar), las compramos y dejamos el hotel. Ponemos rumbo a Fernán-Núñez. En principio el recorrido era sencillo: A2 hasta Madrid y A4 hasta Córdoba. El GPS no hacía más que intentar meternos por la R2 o R4 (que son las mismas que las anteriores pero de pago). Al llegar al jodido nudo de la trinitat madrileño (M-30, M-40 y M-50) nos pegamos 70 km dando vueltas por ahí hasta encontrar el acceso a la A4 dirección Córdoba. Que jaleo de carreteras. Como te equivoques en una salida ya te puedes dar por muerto. Hay civilizaciones enteras viviendo dentro de ese infierno de alquitrán porque en su momento se saltaron una salida y no han sido capaces de salir. Al encontrarla huimos literalmente de la capital hacia el sur, donde una hora más tarde paramos a comer en un restaurante de carretera (curioso que mientras comíamos, en la tv se viera el parking y así poder ir vigilando tu coche), y de ahí directos a Villa Lola donde no sabían nada de nuestro viaje. Queríamos darles una sorpresa y vaya si se la dimos. Recibimiento de Lola, Pepe, Mari y los niños, muy emotivo.
Aunque aquí no acabe la historia y yo escriba este blog para que no caiga en mi olvido (que mi Alzheimer no tardará en llegar), las aventuras y desventuras familiares siempre son las mismas, por lo que no hace falta ningún tipo de recordatorio. Estas cosas no se me olvidan



Goog Luck! 

Vacaciones 3/9/12 Día 2

Seguimos con el relato anterior....

Como siempre, nos levantamos prontísimo, arreglamos la habitación (por si vienen a hacer la cama que no vean la leonera que solemos dejar) y salimos a desayunar. Tenemos que ir al salón de los Reyes de Aragón donde años atrás comió, entre otros, Jaume I el Conquistador. Típico desayuno bufete pero de gran calidad. Como no podía ser de otra manera, comimos de todo lo que había, como si no hubiera mañana. Al acabar vamos a que nos hagan una visita guiada dentro del monasterio.

La mayoría de cosas ya las vimos ayer por la noche mientras paseábamos, aunque ahora con explicaciones a cargo de una guía austro-húngara que no se le entendía ni la mitad. Poco a destacar a excepción de algún que otro apunte sobre los clérigos, y que tienen la primera cocina para hacer chocolate de la historia. Visita de poco más de media hora y fuera. 


Aprovechamos para ir a cambiarnos de ropa (ya que íbamos vestidos bien para desayunar, porque le nivel de los huéspedes así lo requería). Nos ponemos cómodos y vamos al parque natural. Nada más entrar nos caza un fotógrafo y nos obliga a poner poses cariñosas para su cámara. Dos pasos después vuelve a ocurrir pero esta vez son unos pajareros que nos colocan un búho en el brazo y nos hacen las fotos. Como os podéis imaginar, Irene con un pajarraco en el brazo, casi le da algo. El chico quería que ella, con el búho subido a su brazo, acercara más la cara para hacer la foto. Fue una lucha atroz entre el hombre intentando acercar el brazo e Irene alejándolo. Ganó ella. Pasado ese mal trago, nos adentramos en el parque. No voy a dar excesivos detalles del lugar ya que lo recomiendo encarecidamente y no me gustaría que se perdiera el encanto si vais con una idea predefinida del lugar. Solo nombrar dos sitios: la gruta detrás de la cascada y el lago del espejo. Las fotos no le hacen justicia (por eso pongo alguna aquí) El paseo dura unas 2 horas a ritmo lento haciendo fotos y todo eso. Si vas a hacer senderismo en una hora te la acabas, pero te pierdes infinidad de detalles. Nosotros aprovechamos la grandeza de la era digital para hacer miles de fotos. Recorremos el parque, que tiene una forma circular, y volvemos al punto de partida donde justo en ese momento se iniciaba una exhibición de aves rapaces. Simplemente brutal!! Cómo unos halcones, águilas, buitres, … hacen justo lo que las monitoras les iban diciendo. Por mucho que sepan que ahí tienen comida asegurada, la libertad es un precio muy alto para pagar, y éstos van volando desde un castillo situado a 1 km. hasta donde estábamos con un simple pitido. Ojalá mis niños fueran así de obedientes y al mínimo gesto mío se me posen en el brazo. Tienen tanto que aprender… 


Al terminar la actuación nos fuimos a comer. En principio íbamos a comer en el bar-cafetería donde tenían unos platos combinados muy baratos (al estar en un periodo de austeridad, como todos sabéis), pero al pasar por el gran restaurante de los Reyes de Aragón y ver la carta, no nos pudimos resistir. Ni cortos ni perezosos, entramos, y nos metimos entre pecho y espalda un milhojas de berenjena y ternera, unos jamoncitos de pollo y champiñones y unas migas de pastos con huevo y uvas, todo ello regado con un vino tinto hecho en el mismo monasterio, que nos subió de una manera como pocos. Casi no pudimos ni subir las escaleras para llegar a la habitación. Solo decir que queríamos ir antes de las 18h a recoger las fotos que nos hicimos con el búho y nos despertamos de la siesta a las 19h. Nos levantamos desconcertados, ducha para intentar despejar y cogemos el coche camino a Calatayud. Queríamos ver la ciudad, pero si antes no he comentado mucho sobre el parque, ahora no lo haré por la ciudad pero por todo lo contrario. Menuda mierda de pueblo. Andamos un poco por unos callejones que no distaba mucho de cualquier pueblo tercermundista, hablamos con unos lugareños que nos confirman lo que los ojos nos enseñaban. Las frases fueron: “Aquí no hay nada”, “Solo hay cuestas”, “Podéis subir al castillo, pero es una mierda. Lo único que podéis ver son las vistas de todo el pueblo”. Así nos definieron su pueblo los ancianos sentados con las sillas en medio de la calle. Por si acaso subimos al castillo (que no se diga que nos quejamos de vicio) y ni las vistas nos hicieron cambiar de opinión. El pueblo es una mierda. Decidimos irnos otra vez al monasterio (que eso si era bonito) y cenar una ensalada en la habitación, que habíamos comprado en el Día. Ponemos la tele al acabar de cenar y a que no os podéis imaginar qué película empezaba? El Resplandor. Lógicamente nos teníamos que poner a verla, porque estábamos en el lugar ideal. 
Así sí que se termina un día por todo lo alto.

12 de set. 2012

Vacaciones 3/9/12 Día 1


A pesar de decidir no hacer ningún viaje durante esta quincena, al final nos pegamos un homenaje contratando dos noches en el Monasterio de piedra (sino parece que al quedarte en casa no aprovechas del todo las vacaciones).
Nos levantamos pronto para hacer muchas cosas que quedaban pendientes: ir a Abacus, hacer las maletas, los bocadillos, darle las llaves de casa a mi madre, … Sobre las 10:30 salimos por fin, y nos encontramos que la radio del coche vuelve a no funcionar (la arreglaron hace una semana) Cabreados y con el coche cargado para el viaje nos acercamos al Feu Vert para que lo vuelvan a mirar (teníamos intención de ir a Córdoba al acabar la estancia en Calatayud, por lo que un viaje sin música aguantando a Irene se convertiría en un suplicio). Meten el coche para mirar la radio, y al quitar dos cables algo ocurre que peta todo el sistema electrónico: se mueven solos los limpiaparabrisas, no suben los cristales, no se abre el coche, no arranca, … se tira el chaval toda la mañana con él hasta que nos dice que no sabe qué le pasa y que si cuando venga el otro mecánico especialista en radios tampoco lo puede arreglar, tendrán que llevarlo a un taller Peugeot. Eso supone anular nuestras vacaciones con el inconveniente que no nos reembolsan el dinero (lo decía bien claro el contrato cuando cogimos las dos noches). Por si acaso llamo al monasterio, le explico el problema y como máximo me aplaza los días de pernocta (al menos podríamos ir, aunque fuera en moto). Bajamos a comer a casa de mi madre completamente indignados (menos mal que la comida de mi madre siempre me pone de buen humor). Al poco, quizá 10 minutos después del cambio de turno que era cuando entraba el otro mecánico, nos llaman diciendo que el coche ya está y que escoja otra radio ya que las Pionner no se llevan bien con los Peugeot. Subimos incrédulos ya que el coche había dejado de funcionar por completo, y al llegar vemos que estaba todo perfecto.  Había sido un simple cable que se había pinzado y bloqueó toda la centralita del coche. Menos mal! Escogemos otra radio, nos la instala, llamamos nuevamente al Monasterio para ver si nos podía volver a dar las noches anteriores (que nos las dan) y partimos dirección Calatayud. Al final la radio es mucho más guapa, más completa y mejor que la anterior (tenía que pasar)
Nos pegamos un viaje tranquilos por la A-2,  adelantando camiones y cantando, haciendo paradas de rigor. Una de éstas para tomar el café, nos damos cuenta que es el mismo sitio donde años atrás cenamos un milhojas con Siscu cuando íbamos a las fiestas de Tárrega (no recuerdo el nombre del pueblucho, pero ahí hay que ir a cenar obligatoriamente) y desde ese restaurante llegamos sin más a nuestro destino. Se nos hace la noche conduciendo por un bosque lleno de curvas hasta que cogemos un desvío y nos metemos dentro del parque natural del Monasterio de Piedra. Aparcamos y entramos buscando un hotel, hasta que nos damos cuenta que vamos a dormir en el mismísimo monasterio. Subimos las cosas y recorremos el hotel. Muy pocos huéspedes, enorme y la impresión de estar en otra época o en la película del Resplandor (parece que nos vayamos a encontrar a las gemelas, al niño con el triciclo o el río de sangre) Todas las puertas se abrían con un crujido tétrico, podíamos campar libremente por donde nos plazca (habían zonas que no entramos de lo oscuro y el miedo que nos daba.  No así en el claustro, que hicimos muchas fotos) Mira si se parecía a la peli que en un sótano había un camarero limpiando vasos él solo, sin una sola alma a su alrededor, igual al que sirve a Jack Nicholson. Dejo unas fotos para que os podáis hacer a la idea




Creo que por hoy ya tenemos suficiente ración de sustos por lo que subimos a la habitación y a dormir. Mañana será otro día.