12 de set. 2012

Vacaciones 3/9/12 Día 1


A pesar de decidir no hacer ningún viaje durante esta quincena, al final nos pegamos un homenaje contratando dos noches en el Monasterio de piedra (sino parece que al quedarte en casa no aprovechas del todo las vacaciones).
Nos levantamos pronto para hacer muchas cosas que quedaban pendientes: ir a Abacus, hacer las maletas, los bocadillos, darle las llaves de casa a mi madre, … Sobre las 10:30 salimos por fin, y nos encontramos que la radio del coche vuelve a no funcionar (la arreglaron hace una semana) Cabreados y con el coche cargado para el viaje nos acercamos al Feu Vert para que lo vuelvan a mirar (teníamos intención de ir a Córdoba al acabar la estancia en Calatayud, por lo que un viaje sin música aguantando a Irene se convertiría en un suplicio). Meten el coche para mirar la radio, y al quitar dos cables algo ocurre que peta todo el sistema electrónico: se mueven solos los limpiaparabrisas, no suben los cristales, no se abre el coche, no arranca, … se tira el chaval toda la mañana con él hasta que nos dice que no sabe qué le pasa y que si cuando venga el otro mecánico especialista en radios tampoco lo puede arreglar, tendrán que llevarlo a un taller Peugeot. Eso supone anular nuestras vacaciones con el inconveniente que no nos reembolsan el dinero (lo decía bien claro el contrato cuando cogimos las dos noches). Por si acaso llamo al monasterio, le explico el problema y como máximo me aplaza los días de pernocta (al menos podríamos ir, aunque fuera en moto). Bajamos a comer a casa de mi madre completamente indignados (menos mal que la comida de mi madre siempre me pone de buen humor). Al poco, quizá 10 minutos después del cambio de turno que era cuando entraba el otro mecánico, nos llaman diciendo que el coche ya está y que escoja otra radio ya que las Pionner no se llevan bien con los Peugeot. Subimos incrédulos ya que el coche había dejado de funcionar por completo, y al llegar vemos que estaba todo perfecto.  Había sido un simple cable que se había pinzado y bloqueó toda la centralita del coche. Menos mal! Escogemos otra radio, nos la instala, llamamos nuevamente al Monasterio para ver si nos podía volver a dar las noches anteriores (que nos las dan) y partimos dirección Calatayud. Al final la radio es mucho más guapa, más completa y mejor que la anterior (tenía que pasar)
Nos pegamos un viaje tranquilos por la A-2,  adelantando camiones y cantando, haciendo paradas de rigor. Una de éstas para tomar el café, nos damos cuenta que es el mismo sitio donde años atrás cenamos un milhojas con Siscu cuando íbamos a las fiestas de Tárrega (no recuerdo el nombre del pueblucho, pero ahí hay que ir a cenar obligatoriamente) y desde ese restaurante llegamos sin más a nuestro destino. Se nos hace la noche conduciendo por un bosque lleno de curvas hasta que cogemos un desvío y nos metemos dentro del parque natural del Monasterio de Piedra. Aparcamos y entramos buscando un hotel, hasta que nos damos cuenta que vamos a dormir en el mismísimo monasterio. Subimos las cosas y recorremos el hotel. Muy pocos huéspedes, enorme y la impresión de estar en otra época o en la película del Resplandor (parece que nos vayamos a encontrar a las gemelas, al niño con el triciclo o el río de sangre) Todas las puertas se abrían con un crujido tétrico, podíamos campar libremente por donde nos plazca (habían zonas que no entramos de lo oscuro y el miedo que nos daba.  No así en el claustro, que hicimos muchas fotos) Mira si se parecía a la peli que en un sótano había un camarero limpiando vasos él solo, sin una sola alma a su alrededor, igual al que sirve a Jack Nicholson. Dejo unas fotos para que os podáis hacer a la idea




Creo que por hoy ya tenemos suficiente ración de sustos por lo que subimos a la habitación y a dormir. Mañana será otro día.