30 de set. 2010

Etiquetaje de conductas

Que difícil es sistematizar la conducta humana. Cuántas ideas, proyectos o acciones no se llevan a cabo gracias a (o por culpa de) unos valores que nos han impuesto y que aunque creamos que son ciertos, que nos hayan dicho que lo son, no los vemos ópitmos, es más, puede que incluso vaya en contra de los principios de uno mismo.
Ayer fue vaga general. Yo soy miembro activo de CCOO, creo en la revolución obrera y en la mejora del sistema. Ayer trabajé.
Parece incoherente, pero así fue. Estoy a favor de la huelga general, de que los titiriteros que "nos manejan" se enteren que ni están haciendo las cosas bien ni nos gustan lo que están haciendo, y que si de algún modo ellos están "arriba" y nosotros "debajo" es gracias a que los hemos subido a pulso. Y aún así fui a trabajar. Es curioso cómo se puede cambiar tus principios de una forma tan banal. Por eso digo que es muy difícil esquematizar la conducta humana, porque lo fácil hubiera sido la relación "sindicalista-huelga" pero moralmente no podía dejar a los niños con los que trabajo sin toda la atención que se merecen. En muchos ámbitos no se pueden permitir el lujo de unos servicios mínimos. El lema era "todos a una", pero el problema es que todo se lleva a los extremos y no son conscientes de que hay excepciones en las que los lemas no forman parte de su realidad.
Que gracioso (y a la vez triste debido a la gran incultura) es cuando una persona te dice "¿Eres psicólogo? Uy, no me mires a los ojos porque me lees la mente" Si, hay gente que piensa así. Si fuera así de fácil habrían tan pocos problemas en el mundo... De ahí a que cuando acabas la carrera te quedas con la cara de ¿y ahora qué?
Lo bueno es que cuánto más vivas y más atento estés a todo tu entorno, mejor preparado estarás para afrontar los cambios de conducta de sujetos a los que quieres ayudar, ya que si tienes un gran repertorio de comportamientos diferentes puedes asimilar el que vives con uno del pasado para prevenirlo o intentar que no vaya a males mayores.
Y para poder hacer la más mínima interpretación de la conducta ajena debemos mirarnos primero las nuestras, que como ya he dicho nos podemos sorprender a nosotros mismos haciendo cosas que van en contra de nuestros pensamientos, ya sea por una causa u otra, y analicemos nuestros actos.
Al final todo se reduce a lo mismo. Pensemos un poco!